Vamos a hacer un recorrido por diferentes tiendas de pasteles y chucherías zaragozanas y con ellas podremos observar características notables y muy alejadas entre ellas, con unos rasgos estéticos característicos y asociados al tipo de producto de venden y al comprador objetivo que buscan. Esto no lo consiguen solo con el producto sino que se apoyan con el diseño de las tiendas, el packaging, diseño gráfico en rótulos y carteles, uniforme del vendedor y toda una serie de rasgos estéticos que comunican, nos transmiten ideas y sentimientos y engloban con ello la imagen corporativa del negocio.
Eligiendo cuatro tiendas localizadas en diferentes partes de la ciudad podemos crear una ruta del diseño en este sector tan dulce.
Comenzamos por Fantoba, también llamada La Flor de Almíbar, que desde el siglo XIX sigue realizando dulces artesanales. Esta joya mantiene la decoración del arquitecto Ricardo Magdalena, el obrador original y una piedra de Calatorao para elaborar el guirlache, su producto estrella. Está situada el la calle don Jaime no pasa desapercibida por ningún viandante con un poco de curiosidad.
Influenciada por el Art Nouveau, tiene una estética muy cuidada con detalles florales, ornamento en la decoración (como en las lámparas, pomos de armarios, etc.) y los muebles en perfecta conservación. Los carteles de la fachada y las tipografías empleadas en rótulos y papelería, recuerdan a las pinturas de Alfons Mucha con sus mujeres envueltas en adornos florales, así como a los carteles promocionales que Toulouse Lautrec creaba para obras de teatro y publicidad de cigarrillos, galletas, etc.
Por otro lado, una franquicia zaragozana como Panishop o Frutos secos el Rincón nos muestra un estilo más funcional y minimalista del mobiliario, con constantes campañas de márketing que se reflejan en sus carteles. En la primera eligen el granate y en la segunda el amarillo. Ambos, colores cálidos, asociados al aparato digestivo. Estos colores y tipografía de palo seco, imperan en toda la tienda, fachada, rótulo, carteles, bolsas, papeles y envases utilizados en todos los productos.
Otro rasgón en común son los enormes vinilos impresos, que aparecen en las fachadas. En el caso de Panishop, pan y pastelería y en de El Rincón, gominolas, frutos secos y bollería. Gracias a esto y ayudado por el color corporativo que lo enmarca, facilita la visión de la tienda a gran distancia. Podemos concluir con este tipo de tiendas pensando que todo el diseño gráfico e industrial que las envuelve, está concedido por y para, las ventas.
Observemos también una típica panadería de barrio, por ejemplo panadería Nela, en el humilde Barrio Oliver. Tanto en la fachada como en el interior se observa una descoordinación de elementos. Las baldosas de la fachada, la carpintería metálica y el toldo se han seleccionado sin ningún rigor ni gusto estético. Se puede observar la diferencia temporal que separa cada uno de los elementos que en ella aparecen. En el interior apaerecen como expositores de pan, unas simples baldas de madera y los caramelos se colocan en botes con forma esférica, muy extendidos en los años 80. Las cámaras frigoríficas, vitrinas, etc., también son antiguas, se conservan desde que se fundó la panadería y con ellas la clientela del barrio, personas mayores fieles al negocio, por la calidad del producto, aunque en la misma calle domine perceptivamente la nueva franquicia de El Rincón.
Por último Happy Pills, original de Barcelona, ha llegado a la calle León XIII. Una tienda completamente blanca, brillante e impoluta nos lleva a confundir en un principio. La tienda de chucherías más bien parece una farmacia o una boutique si no observas el producto. Un cuidadísimo diseño, creado por “estudio m”, te hacen entrar en un espacio extraño, atrayente y fuera de lo normal. Han conseguido con esto que las golosinas sean interesante para un adulto, no solo por el local sino por los botes de píldoras o los pastilleros que te llevas a casa.
Mirando a nuestro alrededor podemos concluír que todo lo que nos rodea es, en parte, diseño en cualquiera de sus disciplinas (industrial, gráfico, de interiores...). Agudizando los sentidos, analizando la información que nos llega a nuestros ojos, nariz y orejas y asociando nuevas ideas a conocimientos previos, podemos aprender muchas más cosas que en una clase magistral.
Sal a la calle, montate en un bus, tómate un café... y lo más importante, ¡mira a tu alrededor activamente!
Ana Sánchez Álvarez, Zaragoza, Octubre 2012
Alfons Mucha 1896. Biscuits Champagne |
Tipografía Toulouse Lautrec. Le Chat Noir |
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Fachada El Rincón |
Fachada Panadería Nela |
Interior Happy Pills |
Packaging Happy Pills |
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