ESPACIOS HABITADOS. Julio. –Entre tantas otras, una tetralogía posible sobre el exceso–

Coronel, Mr., Walter E., Leon Rom, Kurtz, en reinos sin sastres, sin debates sobre prendas o desnudos, corriendo más que nuestras dudas y mentiras, superando a los actores y actrices que nos impiden decir “yo” ya que al instante somos “ellos”, llevándoles al paredón del olvido mientras se constituye como único sujeto un cuerpo artificial, irónicamente ajeno a cualquier explicación hacia un pasado profundo, obsesión o pasión, pues su elección es arbitraria; tanto como para que en las comisuras del rostro se adivinen unas paredes recién pintadas, y algo más allá, la falta de improvisación, el tembleque, la parálisis impedida por la acumulación de todas las posibilidades bajo la misma mirada rápida en el látigo   marca   nudo   con el ojo activo del director del teatro sin público –injerencia– que abandonó la butaca para participar en tu obra pobre en emancipación y llena en delirios de poder, diestros cuando se trata de escapar fuera del mundo anterior de vaivenes rasgados donde las uñas descansaban en el techo, museo vertical, arrancadas en silencio tras cada pacto impensable cuando el orgullo tragado en ausencia de Omeoprazol cerraba su vómito de la misma manera que era obligado a abrir su sonrisa a la intemperie de la presencia de una figura indeseada por el diálogo impertinente, inzafable antes de tu golpe de estado a puerta cerrada en aquel universo fracasado y muerto por el funeral de la utópica sociedad de amigos transmutada en simples reuniones entre los apretones de manos de esos señores feudales apresurados por volver al mundo de Oz desfamiliarizado alrededor de una nueva Familia o Padre y sus “miradmiradmiradschhhhhoshecontadoque?...ala tira,novesquetútúytú, no te víQuedamosalasNotienesni puta ideaDe paletos / físicacuántica /  soyelquemásbebe / poesíayarte / músicamuymuyespacializada / gimnasio O MEJOR nada en especial porque realmente no importa el cuento sino la organización en torno a un centro tan inamovible como unos extremos también suyos ZzZzZzzzzzz………..

Sandra Martinez, Zaragoza, Julio 2013