Vuelve
a ser lunes, y como todos los días, me levanto a las 9:30, desayuno, y me
dispongo a “expandirme” por el mundo laboral. Aunque sinceramente conforme
pasan las semanas te bajas más el listón, así como pierdes las ganas de trabajar de algo que te gusta.
Una
rutina normal es: poner un disco de
Tyler the creator (o similar), sentarte frente al ordenador, reventarte
infojobs, la base de trabajo de la EINA (que como todos tengamos que acogernos
a ella, vamos buenos…), mirar que hacen por el CADI o el DINA, buscar empresas
que hagan el noble trabajo del diseño (pocas), y conforme pasan los días, otras
empresas que no lo practican tanto.
A todo esto hay que sumar: un buen portfolio, en pdf, para
imprimir o mandar por correo, de poco espacio, conciso pero sin abrumar, que
tengas subido a internet (fácil no?). Luego
llega el tema del CV. Porque también tienes que tener CV, pero no un CV
cualquiera, uno de diseñador. Curradísimo,
que se vea que eres serio pero
creativo, fresco pero no despendolado, ni muy largo ni muy corto. Un CV de esos
que ya para elegir la fuente que usarás en el te pegas dos horas largas.
Luego como no tienes nada mejor que hacer
agarras y mandas 6 CV por correo, 4 CV por carta, te presentas en algunas
que no has conseguido ni su dirección ni su correo, te sientas y a esperar que
caigan las ofertas millonarias. Frente a
esto sinceramente, yo me “alegro” cuando la empresa te contesta diciéndote
que “desgraciadamente no tienen trabajo suficiente”. Porque eso quiere decir
que un tipo se ha leído tus cosas, no sólo eso, te ha contestado. Cuando llevas una temporada dentro de la
rutina de buscar trabajo acaba transformándose
en motivo de celebración porque ya no tengo que estar esperando ese
correo que nunca llega.
Cuando
acabé la carrera me decían “esta difícil la cosa eeeh” y yo contestaba “si ya,
pero creo que sacare algo guapo, soy ingeniero (risas)”, agarrándome a que
tenía una nota buena de TFG y una media de la carrera bastante buena. Además los profesores te decían que
valías, veías que tu trabajo podía tener un uso y un beneficio para mucha
gente. Eso luego parece ser que importa más bien poco.
Con todo esto he sacado la conclusión de que
hay unas barreras que te dificultan el avance hacia tu ansiado trabajo de
ensueño. Ese con paredes blancas,
espacios abiertos, sala de juegos, y
todo este tipo de parafernalias rollo Google. Llegados aquí creo que todos ya sabréis cuales son, pero bueno, os
las cuento:
1º_
Sin experiencia laboral?:
La pescadilla que se muerde la cola:
soy joven, ya graduado, con ideas nuevas, pero no me contratas porque no tengo
experiencia. Cómo quiere el mundo que tengamos experiencia, si nadie nos da ese
primer voto de confianza? Te pones a filtrar las ofertas de trabajo, y el 95%
requieren mínimo 2 años de experiencia.
2º_
El hijo de Menganito:
Siempre ha habido y siempre habrá
enchufe, esto es así. Tu sabes que eres mejor que otro, pero ese otro es
familia o algo así del que te tiene que contratar, pues amigo, estas jodido. No
te des mal, al principio te joderá, pero en un año creo que les joderá más a
los de la empresa que contrató a un chimpancé en vez de a ti :D
3º_
Nunca manejas el software acertado:
Creo que somos la titulación que más
frikeamos con software de 3D, diseño gráfico y cosas así, que manejas 10
programas chungos de forma fluida, pues la mayoría de tus ofertas serán
relacionadas con otros software. Yo personalmente me lo estudio también, total,
por otro más no pasa nada, y aprendes cosas nuevas.
4º_
Idiomas:
Hace 6 años, quién estudiaba alemán,
o quién te pedía alemán en el trabajo? Ahora es una moda el pedir alemán, y lo
jodido es que todos pensamos “jodeeeer tengo que estudiar alemán eeeeh”. Creo
que al final tendré que morir al palo de aprender algo, o por lo menos saber
decir “me da una moneda?”….
De
inglés no hablamos, porque entendemos que todos tenemos un nivel digno de un
nativo londinense (risas).
5º_
Crisis:
Es la barrera más grande, creo yo,
porque la gente no se la juega a invertir ahora. Se quedan tal y como está,
recortan lo que pueden como nuestro noble presidente del gobierno, y a esperar
que la mierda no les salpique, cuando lo que deberían hacer sería invertir en
innovación y maneras de atraer al usuario. Quieren salir de la crisis con
productos de hace dos quinquenios, cuando la ley de vida es renovarse o morir…
6º_
Vergüenza a llamar a la puerta:
Aquí me incluyo también, nos da
vergüenza llamar a la puerta de las empresas, directamente, y echarle morro y
si puedes hablar con el que está más arriba, lo haces. Así muestras un interés
especial por la empresa, y ven que eres un tipo con personalidad, que no se
limita a mandar correos mendigando trabajo y se sienta a esperar.
7º_
Inocencia:
Somos, o bueno, soy mas inocente que
un huevo frito. Te piden presupuesto para algún trabajo, les dices 5, y te
contestan “4? Para que quieres 3 si con 2 ya vale! Anda toma 1 y me traes las
vueltas”, y tu te achantas y dices, vale pues lo hago y si quieres aun te pago
y todo…
Da
igual lo que te digan, tu haces un trabajo, que tiene que estar remunerado como
es debido. A un médico no se le
regatea, a nosotros tampoco. Y si dicen que lo pueden hacer ellos también?
Vale, que lo hagan ellos, y que comparen un trabajo con otro.
Aun
con todo, yo sigo teniendo esperanza en encontrar un trabajo decente, y por lo
pronto, sigo con mis listas de reproducción planeando mi salto a la vida
laboral.
Sergio Jericó, Zaragoza, Diciembre 2012
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